[Recuerdos en algún futuro]

viernes, junio 18, 2004

Droga de la Felicidad

Hoy me siento bien... es que acabo de acomodar la silla para escribir.. los Jam's de anoche me dejaron gratas sensaciones de bienestar y, resulta curioso pensar que, habiendo transcurrido más de 10 horas del evento aún perdure esa plenitud que alivia el día haciéndolo más existencial.
¿ Qué gobierna estas sensaciones ? El cerebro es sin duda el centro de control emocional, el es quién da origen a los procesos físico-químicos que tiende a simplificar todo aquello como un estado del corazón, sinónimo de sentimientos.... ¿ Por qué la actividad de pulsar un juego de cuerdas, generar armonías sonoras y sentir la presión de los decibeles me hace sentir bien ?

Otro, cuando salgo temprano por las mañanas, suelo cruzarme con una mujer que corre solitaria por los alrededores de las lagunas,las gotas de sudor que empapan su cuerpo no sólo lleva el agua, sales minerales y mucho esfuerzo a cambio también le dejan mucha tranquilidad y energética perspectiva..

También tengo amigos que son adictos al gimnasio aunque no tienen nada que ver con vanidades metrosexuales y otros que no pueden dejar pasar un solo día sin darse unas vueltecitas en bicileta; después de todo, es común que la gente experimente cierta plenitud luego de hacer ejercicio.

Si la palabra droga significa en su sentido más amplio cualquier sustancia o actividad que modifique el temperamento y cause dependencia física y psíquica, cabe preguntarse si una persona que quiere hacer ejercicio todo el tiempo, que está de mal humor si no lo hace, o que afirma sentirse "liberado" después de hacer ejercicio pesado, se está "drogando" con la actividad física.

Un gran número de estudios muestran que el ejercicio vigoroso puede desencadenar (como afirman los que lo practican, entre ellos Yo) sensaciones de felicidad, tranquilidad, euforia y creatividad. Estas sensaciones pueden durar desde unos cuantos minutos hasta varias horas después de haber realizado actividades físicas pesadas... y todo esto es gracias a que nuestro organismo produce naturalmente una sustancia llamada Endorfina.

Aunque no se tiene una idea clara de cómo sucede, parece ser que el ejercicio vigoroso, aún por períodos cortos, puede hacer que se eleven los niveles sanguíneos de Endorfinas por encima de lo normal, durante varias horas. He aquí entonces la propuesta de un mecanismo para elevar nuestro nivel de "morfinas internas" sin necesidad de recurrir a las drogas: Hacer ejercicios puede ayudar a menguar el dolor o hacernos experimentar un poquito más de Felicidad, ese bien esquivo al que aspira toda la Humanidad sin convencerse del todo aún que aquello empieza con el verbo intentar.

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