[Recuerdos en algún futuro]

jueves, septiembre 23, 2004

Concilio de Nicea

Este Concilio no fué convocado por la Iglesia ó uno de sus Obispos, sino por un Emperador, Constantino, dueño absoluto del Imperio Romano, tras haber logrado la unificación y uniformidad total del Imperio bajo su persona, trataría de hacer lo mismo con el Cristianismo, a imagen del propio imperio y la pretensión posterior del obispado de Roma, de ejercer una primacía jerárquica sobre el resto de la cristiandad, tiene mucho que ver con este deseo de uniformidad imperial.

Por deseo del emperador romano Constantino, el Concilio reunió a casi 300 obispos de la cristiandad en la ciudad de Nicea, en el Asía Menor y cerca de Constantinopla en el año 325 y esta asamblea es la que la posteridad conoce como el Primer Concilio Ecuménico, es decir, universal.

Para comprender la importancia de lo que estaba aconteciendo, recordemos que muchos de los presentes habían sufrido persecución, cárcel, tortura o exilio poco antes y que algunos llevaban en sus cuerpos las marcas físicas de su fidelidad. Y ahora, pocos años después de aquellos días de pruebas, todos estos obispos eran invitados a reunirse en la ciudad de Nicea, y el emperador cubría todos sus gastos. Muchos de los presentes se conocían de oídas o por correspondencia pero ahora, por primera vez en la historia de la Iglesia, podían tener una visión física de la universalidad de su Fé.

En este ambiente de euforia, los obispos se dedicaron a discutir las muchas cuestiones legislativas que era necesario resolver una vez terminada la persecución gracias al "Edicto de Toleranica" que firmara Constantino. La asamblea aprobó una serie de reglas para la readmisión de los caídos, acerca del modo en que los presbíteros y obispos debían ser elegidos y ordenados y, sobre el orden de precedencia entre las diversas sedes.

Pero la cuestión más escabrosa que el Concilio de Nicea tenía que discutir era la controversia Arriana, un ex-comulgado que se ganó ese anatema por ensayar que el Hijo de Dios era un Hombre, en el sentido de que fué concebido. En lo referente a este asunto, había en el concilio varias tendencias.

En primer lugar, había un pequeño grupo de arrianos capitaneados por Eusebio de Nicomedia, personaje importantísimo en toda esta controversia..

Puesto que Arrio no era obispo, no tenía derecho a participar en las deliberaciones del Concilio. En todo caso, Eusebio y los suyos estaban convencidos de que su posición era correcta, y que tan pronto como la asamblea escuchase su punto de vista, expuesto con toda claridad, reivindicaría a Arrio y reprendería a Alejandro por haberlo condenado por herejía a la ex-comunión.

En segundo lugar, había un pequeño grupo que estaba convencido de que las doctrinas de Arrio ponían en peligro el centro mismo de la Fé cristiana y, que por tanto, era necesario condenarlas. El jefe de este grupo era Alejandro de Alejandría.

Los Obispos que procedían del oeste, es decir, de la región del Imperio donde se hablaba el latín, no se interesaban en la especulación teológica. Para ellos la doctrina de la Trinidad se resumía en la vieja fórmula enunciada por Tertuliano más de un siglo antes: una substancia y tres "personas".

Por último, la mayoría de los Obispos presentes no pertenecía ninguno de estos grupos. Para ellos, era una verdadera lástima hecho de que, ahora que por fin la iglesia gozaba de paz frente al Imperio, Arrio y Alejandro se hubieran envuelto en una controversia que amenazaba dividir la iglesia. La esperanza de estos obispos, al comenzar la asamblea, parece haber sido lograr una posición conciliatoria, resolver las diferencias entre Alejandro y Arrio y olvidar la cuestión.

En esto estaban las cosas cuando Eusebio de Nicornedia, el jefe del partido arriano, pidió la palabra para exponer su doctrina. Al parecer, Eusebio estaba tan convencido de la verdad de lo que decía, que se sentía seguro de que tan pronto como los obispos escucharan una exposición clara de sus doctrinas las aceptarían como correctas, y en esto terminaría la cuestión. Pero cuando los obispos oyeron la exposición de las doctrinas arrianas su reacción fue muy distinta de lo que Eusebio esperaba. La doctrina según la cual el Hijo o Verbo no era sino una criatura, les pareció atentar contra el corazón mismo de su Fé. A los gritos de ¡ blasfemia! , ¡ mentira ! y ¡ herejía ! , Eusebio tuvo que callar, y se dice que algunos de los presentes le arrancaron su discurso, lo hicieron pedazos y lo pisotearon.


Al principio se intentó condenar las doctrina Arriana mediante el uso exclusivo de citas bíblicas. Pero pronto resultó claro que los arrianos podían interpretar cualquier cita de un modo que les resultaba favorable -o al menos aceptable. Por esta razón, la asamblea decidió componer un Credo que expresara la Fé de la iglesia en lo referente a las cuestiones que se debatían, inclusive, la historia recoge la intervención de Constantino sugiriendo que se incluyera la palabra "consubstancial" y luego de profundas discusiones teológicas se llegó a la siguiente fórmula, que se conoce como el Credo de Nicea:

Creemos en un Dios Padre Todopoderoso, hacedor de todas las cosas visibles e invisibles.

Y en un Señor Jesucristo, el Hijo de Dios; engendrado como el Unigénito del Padre, es decir, de la substancia del Padre, Dios de Dios; luz de luz; Dios verdadero ; engendrado, no hecho; consubstancial al Padre; mediante el cual todas las cosas fueron hechas, tanto las que están en los cielos como las que
están en la tierra; quien para nosotros los humanos y para nuestra salvación descendió y se hizo carne, se hizo humano, y sufrió, y resucitó al tercer día, y vendrá a juzgar a los vivos y los muertos.

Y en el Espíritu Santo.

A quienes digan, pues, que hubo cuando el Hijo de Dios no existía, y que antes de ser engendrado no existía, y que fue hecho de las cosas que no son, o que fué
formado de otra substancia o esencia, o que es una criatura, o que es mutable o variable, a éstos anatematiza la iglesia católica.

Esta fórmula, a la que después se le añadieron varias cláusulas -y se le restaron los anatemas del último párrafo- es la base de lo que hoy se llama "Credo Niceno", que es el credo cristiano más universalmente aceptado. El llamado "Credo de los Apóstoles", --el que se reza en nuestras Iglesias, por haberse originado en Roma y nunca haber sido conocido en el Oriente, es utilizado sólo por las iglesias de origen occidental -es decir, la romana y las protestantes. Pero el Credo Niceno, al mismo tiempo que es usado por la otras iglesias occidentales, es el credo más común entre las iglesias ortodoxas orientales -griega, rusa, etc..-

Si hacemos el analisis del sentido del Credo de Nicea, resulta claro que el propósito de este fué excluir toda doctrina que pretenda que el Verbo (el Hijo de la Santísima Trinidad) es en algún sentido una criatura. Y en el texto del Credo, para no dejar lugar a dudas, se nos dice que el Hijo es engendrado "de la substancia del Padre", y que es "consubstancial al Padre". Esta última frase, "consubstancial al Padre", --que introdujera Constantino-- fué la que más resistencia provocó contra el Credo de Nicea, pues parecía dar a entender que el Padre y el Hijo son una misma cosa, aunque su sentido aquí no es ése, sino sólo asegurar que el Hijo no es hecho, como las criaturas.

En todo caso, los obispos se consideraron satisfechos con este credo, y procedieron a firmarlo, dando así a entender que era una expresión genuina de su Fé. Sólo unos pocos -entre ellos Eusebio de Nicomedia- se negaron a firmarlo. Estos fueron condenados por la asamblea y depuestos. Posteriormente, eso hizo que la cuestión arriana no zanjara del todo....

Pero a esta sentencia Constantino añadió la suya, ordenando que los Obispos depuestos abandonaran sus ciudades. Esta sentencia de exilio añadida a la de herejía tuvo funestas consecuencias, pues estableció el precedente según el cual el estado intervendría para asegurar la ortodoxia de la iglesia ó de sus miembros.

A la muerte de Constantino, le sucedieron sus tres hijos Constantino II, Constante y Constancio. A Constantino II le tocó la región de las Galias, Gran Bretaña, España y Marruecos. A Constancio le tocó la mayor parte del Oriente. Y los territorios de Constante quedaron en medio de los de sus dos hermanos, pues le correspondió el norte de Africa, Italia, y algunos territorios al norte de Italia. Al principio la nueva situación favoreció a los nicenos, pues el mayor de los tres hijos de Constantino favorecía su causa, e hizo regresar del exilio a Atanasio y los demás. Pero cuando estalló la guerra entre Constantino II y Constante, Constancio que reinaba en el Oriente, se sintió libre para establecer su política en pro-arrianos.

Pero a la larga Constancio quedó como dueño único del Imperio y fué entonces que, como diría Jerónimo "el mundo despertó como de un profundo sueño y se encontró con que se había vuelto arriano". De nuevo los jefes nicenos tuvieron que abandonar sus diócesis y la presión imperial fue tal que Liberio -el obispo de Roma y muchos otros- firmaron una confesión de Fé arriana.

Consecuencias del Concilio de Nicea

Al margen de la cuestiones del fundamento teológico... ¿ Cuales fueron las consecuencias de que el Imperio Romano se aliase con el Cristianismo?, ¿Cómo es posible que los primados de la Iglesia obedeciesen a un poder terrenal congregándose en un Concilio convocado por un Emperador pagano?

Es que Constantino colmó de privilegios a las autoridades eclesiásticas cristianas y elevó a muchos obispos a puestos importantes, confiándoles, en ocasiones, tareas más propias de funcionarios civiles que de pastores de la Iglesia de Cristo. A cambio, él no cesó de entrometerse en las cuestiones de la Iglesia, las nefastas consecuencias de este conturbenio han llegado hasta nuestros días en esta relación de poder Estado-Iglesia.

Aunque la explicación de ese sometimiento se debe al agradecimiento que querían expresar al emperador que acabó con las persecuciones, los cristianos permitieron que éste se inmiscuyera en demasía en el terreno puramente eclesiástico y espiritual de la Cristiandad. Las influencias fueron recíprocas: comenzaron a aparecer prelados mundanos que en el ejercicio del favor estatal que disfrutaban no estaban, sin embargo, inmunizados a las tentaciones corruptoras del poder y daban así un espectáculo poco edificante.

Esta nefasta actitud llevaría a dar nacimeinto a corrientes separatistas durante la Edad Media y el Renacimiento, por reacción contra esa secularización de los principales oficiales de la Iglesia, surgieron el ascetismo y el monasticismo que trataban de ser una vuelta a la pureza de vida primitiva, pero que no siempre escogieron los mejores medios para ello y, un poco mas adelante a, los luteranos, anglicanos y protestantes.

Porque la mentalidad romana fue penetrando cada vez más en el carácter de la Cristiandad y exigió la más completa uniformidad en las cuestiones más secundarias, como la fijación de la fecha de la Pascua y otras trivialidades, esas tendencias a la uniformidad fueron consideradas por los Emperadores como un medio sumamente útil del que servirse para lograr la más completa unificación del Imperio.

Con Teodosio, el cristianismo se convirtió en la religión oficial del imperio y no, como comúnmente se cree, en tiempos de Constantino ni con el Edicto de Milán pero, devino en una religión popular, la religión de moda, pues era la que profesaba el emperador. Tal popularidad, divorciada en muchos casos de motivos espirituales fué nefasta:

«La masa del Imperio romano -escribe Schaff- fué bautizada solamente con agua, no con el Espíritu y el fuego del Evangelio, y trajo así las costumbres y las prácticas paganas al santuario cristiano bajo nombres diferentes»

«Sabemos por Eusebio -nos explica Newman (un cardenal Católico Romano)-, que Constantino, para atraer a los paganos a la nueva religión, traspuso a ésta los ornamentos externos a los cuáles estaban acostumbrados. . .

El uso de templos dedicados a santos particulares, ornamentados en ocasiones con tallos y flores; incienso, lámparas y velas; ofrendas votivas para recobrar la salud; agua bendita; fiestas y estaciones, procesiones, bendiciones a los campos; vestidos sacerdotales, la tonsura, el anillo de bodas, las imágenes en fecha más tardía, quizá el canto eclesiástico, el Kyrie Eleison, todo esto tiene un origen pagano y fué santificado mediante su adaptación en la Iglesia » J. H. Newman. An Essay on the Development of Christian Doctrine, pp. 359, 360.

Los primeros edictos de Constantino y Licinio, proclamando la libertad de todos los cultos, no significaron el fin de la intolerancia religiosa sino que se convirtieron en las simples etapas iniciales de otra intolerancia que estaba en puertas. La plena libertad de conciencia que legalizaron los decretos de 313 y 314 era algo demasiado anticipado para esos tiempos y pronto fue echada en olvido. Sirvió tan sólo para que, de alguna manera, Constantino lograra la introducción de la nueva Fé en la legalidad del Imperio.

Para Constantino, el cristianismo vendría a ser la culminación de un inteligente y premeditado proceso unificador que había estado obrando en el Imperio desde hacía siglos. Había logrado que sólo hubiera un Emperador, una ley y una ciudadanía para todos los hombres "libres". Sólo faltaba una religión única para todo el Imperio.

Para ello era preciso que hubiera igualmente una sola Cristiandad, uniformada al máximo posible. De esta manera, las discusiones doctrinales o disciplinarias de la Iglesia se convirtieron en problema de Estado.

Cuando hoy día nos preguntamos por esa estrecha relación, en una especie de convivencia a regañadientes Iglesia - Estado, es porque Constantino anticipó mucho antes que Marx y Engels que la religión sería el opio de los pueblos y que aquello significaría Poder y Control.
Para que no tengan dudas de eso, recordemos a Fujimori viajando a Roma para negociar el reemplazo del Cardenal Vargas Alzamora por el actual arzobispo Cipriani, el primer cardenal del Opus-Dei en alcanzar esa jerarquía y, a partir de ese hecho, hemos visto el copamiento indiscriminado de las jerarquías eclesiásticas limeñas dezplazando a prelados de otras congregaciones, para ocupar posiciones que se consideran estratégicas, como por ejemplo, la Arquidiócesis de Lima y muchas otras instituciones. La persecución contra el joven Padre Martín Sánchez es una prueba más de los extremos a los que se llega y todo por obtener el control de los fondos que ahora recibe el "Hogar de Cristo" , que heredó, en parte, de la ex-fundación Cáritas, organización que hiciera tan buen trabajo y que sucumbiera debido a muchas presiones internas que intentaron usarla para fines secundarios... cuidado pues con el Opus-Dei, sus clérigos y numerarios (como Martha Chávez y Rafael Rey) .

8 comentarios:

Anónimo dijo...

estamos en un tiempo donde las profecias se estan cumpliendo, como dicen las sagradas escrituras segun apocalipsis 13: 11-28 no habla de la primera bestia que es el papado y la segunda los Estados Unidos que es la IMAGEN DE LA BESTIA,la cual obligara para que haya una sola relligion mundial, como quizo Constantino ahora llegara su tiempo gracias

Anónimo dijo...

HOLA!!!
ME LLAMO MICAELA Y ESTOY INVESTIGANDO SOBRE ÉSTE TEMA PARA EL COLE . EN UN PRINCIPIO NO ME HABÍA DADO CUENTA DE QUE ERA UN BLOG ASI QUE LO COPIÉ AL WORD PARA IMPRIMIRLO Y LLEVARLO COMO TRABAJO. CUANDO ME DI CUENTA YA NO TENIA GANAS DE VOLVER A COPIAR OTRA COSA ASI QUE LO DEJE Y ME SIRVIÓ MUCHO.
MUCHAS GRACIAS , LAS FOTOS TAMBIÉN ME GUSTARON PERO GRACIAS A DIOS NO LAS PUSE.
CHAUUUUUUUU...

Arturo dijo...

Micaela.. gracias a ti por visitar mi blog... y no te preocupes que la idea es esa, compartir y si te es útil pues mucho mejor.
Salu2

Anónimo dijo...

Creo que el Dan Brown con el codigo da vinci hizo que se acabara la mentira, aunque es cierto que hay muha ficcion en su libro, tambien es cierto que la iglesia elimino mucha informacion de la epoca, a mi no me quedan dudas de esto; la humanidad comienza a ver que la religion que siempre siguio y que hasta su vida entrego no es mas que dos milenios de mentira y sus sagradas escrituras (la biblia) al fin y al cabo es una recopilacion de creencias "humanas" e imperfectas en vez de "divinas.
La iglesia durante la historia mato a inocentes por algo supuestamente cierto que en realidad ni ellos tenian la menor idea de que fuese real, y nombraron a un hombre que murio por sus ideales como el hijo de dios, mataron a muchos por supuestamente blasfemiar, pero, no habian blasfemiado ellos primero al nombrar a un "humano" como hijo de dios?????????

Guillermo León dijo...

Qué pena que la historia pueda manejarse de esta manera. Hoy ya todo es posible. La info, aunque incorrecta, está al alcance de todos. Estamos en la era de la desinformación.
A mi como profesor quisieron ponerme esta página como bibliografía en un trabajo. Lamentablemente los blogs no son serios. Opinión y copia de otras páginas, en un pasteo que no tiene fin. O lo que leí acá no está también en http://www.cristianismo-primitivo.org/siglo_IV/Nicea.htm ? Quién robó a quién? porque ninguno cita al otro. Debe ser el síndrome Dan Brown.
Atentamente

Anónimo dijo...

Dios le bendiga mucho. Pregunto: fue en el Concilio de Nicea que se estableció los comienzos de la teologia de la sustitucion, en la cual se opina que la iglesia vino a tomar el lugar de Israel en plan de salvacion de Dios?

j e vera diaz dijo...

es bueno poder opinar y saber sobre lo que uno tiene duda y que al ir leyendo, te parece increible que un grupo de personas hayan decidido la divinidad de Jesus, para tener el poder sobre el pueblo, precisamente la Fe es creer en algo que fisicamente no se puede comprobar, tambien se da uno cuenta que desde siempre existio la división, ni modo, somos humanos y por lo mismo imperfectos pero algunos pensantes, gracias por este foro en el cual se dicen las cosas como son. GRACIAS

rafadelosreyes dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.