María Magdalena

En el imaginario popular cristiano el nombre de María está asociado comúnmente al sufrimiento y, en los más recalcitrantes y devotos como que persiste el estigma de un pecado perdonado pero no olvidado. Para mí, su historia siempre tuvo un matiz de injusticia fomentada por la inseguridad de los hombres de su época y las condiciones propias de una sociedad convulsionada por luchas internas --no olvidemos que los romamos sometían con injusticia y pesados tributos a los pueblos conquistados-- sumemos a eso la desesperanza de esa búsqueda milenaria del líder mesiánico que salvaría la nación judía --cosa que nunca sucedió-- y tendremos por lo tanto un contexto social muy complejo y, siendo mujer mucho peor porque no gozaba de las libertades que ahora se consagran como derechos inalienables sin importar el género.

Pero para ser honesto mi curiosidad sobre el tema nació con una vieja pregunta ¿ Por qué las mujeres no pueden hacer misa ? ¿ Por qué la Iglesia Cristiana, desde sus orígenes segregó la consagración de la misma sólo a los dominios del hombre ? Las lecciones de igualdad promovidas por Jesús, el Hijo de Dios hecho Hombre, fueron enseñanzas de profunda Humanidad que sus Apóstoles no lograron asimilar del todo. Eso es parte del origen de mi crítica, que es contra la Iglesia como Institución y la inconsecuencia de la que por siglos han hecho gala pero nunca será contra cuestiones de verdadera Fé.

La historia de María Magdalena está llena de controversias, para los cristianos ella fué la pecadora pública, la prostituta arrepentida aunque en el Nuevo Testamento no se mencione absolutamente nada de aquello sino tan solamente que Jesús "alejó los 7 demonios de ella"; en el Talmud de los judíos ella es una adúltera, para los griegos ortodoxos es la confusión de 3 mujeres distintas en una ( supongo que de allí salió eso de "las tres Marías"... hummm así le dicen también a las 3 estrellas que se asocian con el cinturón de la Constelación de Orión... muy aparte del famoso Bar-Restaurant cerca a la UL y las legendarias "bombas" entre los parciales).

Otra versión dice que María fué llamada Magdalena porque era de Magdala, hoy la actual Taricheai, un humilde pueblito de pescadores al norte de Tiberíades, en la costa oeste de Galilea y por ser una mujer de edad casi madura y no estar casada era la "comidilla" de esas personas que, como hasta ahora, no tienen nada mejor que hacer que llenar sus propios vacíos fisgoneando la vida de los demás... Sobre si era -o no- una mujer de vida alegre eso no se sabrá jamás pero creo que, dada las precarias condiciones de vivir bajo el yugo del imperio y, como todo hace suponer, ella no gozaba de sólidas relaciones familiares nadie podría afirmar que era una mujer de vida fácil.

Al margen de todas las especulaciones que encontraremos acerca de su historia para mí todo se reduce a una palabra: Intolerancia, a "puro machismo" para decirlo directamente y esto empieza a tener sustento en una sentencia recogida por los estudiosos exégetas, encontrada en el extenso texto de enseñanzas gnósticas titulado Pistis Sophia dónde consta algo que dice así:

"Cuando Jesús terminó de hablar a sus discípulos, les preguntó: ¿Comprenden lo que he dicho? Pedro se adelantó y dijo, Maestro no soportamos a esta mujer que se mete entre nosotros y no nos deja hablar aunque ella habla todo el tiempo."

Estos pasajes de Pistis Sophia y fragmentos de otros textos poco conocidos de los primeros siglos del cristianismo aparecen en un volumen editado por el erudito en gnosticismo Marvin Meyer bajo el título: The Gospels of Mary. The Secret Tradition of Mary Magdalene, the Companion of Jesus (Harper San Francisco, 2004) y que fueron documentados a raíz del notable descubrimiento en 1945 de los llamados "Evangelios Apócrifos de Nag Hammadi" que hizo temblar los cimientos de la Catedral de San Pedro y que espero poder comentar mañana.

María cambió radicalmente su forma de vida convencida no sólo por las palabras de Jesús y se convirtió también en fiel seguidora al igual que Pedro, Pablo, Juan, Mateo y los otros... Es un hecho comprobado por varias citas evangélicas que ella ostentaba un sitial de preferencia con respecto a Jesús de Nazareth, no en vano ella ocupa el primer lugar entre las pocas mujeres que lo acompañaban; está presente durante la Pasión y al pie de la Cruz con la Madre de Jesús; observa cómo sepultan al Señor; llega antes que Pedro y que Juan al sepulcro en la mañana de la Pascua de Resurrección; es la primera a quien se aparece Jesús resucitado.... todo es tan evidente en esta estrecha relación que inclusive en (Jn 20, 18) se lee que ella es enviada a ser Apóstol de los Apóstoles... eso está en las Sagradas Escrituras y sin embargo, los Apóstoles sólo fueron 12 y todos hombres... ¿ por qué fué excluída con posteridad si ella siempre estuvo a su lado ?

Al morir Jesús, María inicia un apostolado en solitario, renegada por los celos y discusiones con varios de sus compañeros -pero nunca con Mateo- con quienes compartió los mismos senderos que anduvo Jesús y, sus enseñanzas, quedaron registradas en el Evangelio de María - anotaré que es el único con nombre de mujer – y allí se nos cuenta que es con ella con quién el Maestro dialoga acerca de la naturaleza de la materia, del pecado, del Hijo al Hombre y otros temas; se alude que Pedro y su hermano Andrés no entienden algunas cosas y que tampoco aprecian el relato que hace ella de una de sus visiones porque si hay una cualidad innata a las mujeres es su extrema sensibilidad.

Por eso es que entre los Evangelios Apócrifos (entiéndase prohibidos) está el Evangelio de María Magdalena, así como los reveladores Evangelios de Felipe y Tomás, pero ese anatema responde a intereses que no tienen nada que ver con los designios celestiales sino con las ambiciones terrenales de poder y control de los hombres, los que al fin y al cabo son los que han dirigido siempre las Iglesias, porque no me van a decir que dentro de la jerarquía eclesiástica hay lugar para las mujeres, ¿ no ? Si siguiera devanando el hilo de la madeja llegaría hasta el por qué la Madre Teresa de Calcuta dejó su congregación y se fué a vivir de acuerdo a su Fé a la India... -- realmente admiré a esta mujer--.

Pero la controversia en torno a María Magdalena y en particular su evangelio no es tanto por el contenido de sus enseñanzas sino porque también revela su lugar como mujer, entre lo que se supone una idílica relación entre ella y su Maestro que, a mí entender, no implica algo condenable sino por el contrario, habría sido algo extremadamente maravilloso porque probaría la vinculación de la esencia de Jesús, del Dios hecho hombre.

El tema no es nuevo, de hecho es una historia fascinante que ha estado abriéndose paso muy lentamente en estos 2,000 años a pesar de los secretos mejor guardados del Vaticano y las Iglesias Cristianas Ortodoxas de Oriente... algo que empezó a ser cuidadosamente e inteligentemente manejado otorgándole la Santidad a María Magdalena, reconocimiento que fuera hecho primero por la Iglesia Griega allá por el Siglo X y luego por la Romana, dos siglos después, pero siempre con la sutil etiqueta de la "pecadora perdonada".

El tema adquirió protagonismo gracias a Elaine Pajels que en 1981 provocó el interés del público culto, del liderazgo femenino de los círculos gnósticos y del simbolismo femenino religioso con su libro The Gnostic Gospels; cosa que el novelista Dan Brown ha vuelto a impulsar ya masivamente con su novela El Código Da Vinci que supone la existencia de una conspiración milenaria para encubrir las relaciones entre María y Jesús y desvirtuar la verdadera encomienda del Maestro a su compañera y discípula: Que ella, como mujer, dirigiera la Iglesia y no los hombres.

Como ayer, todavía hay historias que se pueden re-escribir.