Una frase de ayer me hizo recordar el título de un libro que leyera hace un par de años "Aún no somos Humanos" ( Carbonell & Sala) y la tomaré prestada para el título de hoy.
Básicamente ellos planteaban que, a lo largo de toda nuestra historia como homínidos, --el último descubrimiento hecho en un desierto de Chad plantea que son casi 7 millones de años-- desde que evolucionamos al género Homo hasta llegar a nuestra especie actual, Homo Sapiens, siempre hemos hecho transformaciones a la naturaleza mediante el uso de técnicas... hemos pasado por el empleo de la piedra y el pedernal, el fuego -no el que nos dió Prometeo-, la domésticación de animales, el cobre, la pirotecnia, los viajes espaciales, etc.. hasta ahora en que hemos llegado a la manipulación, ya no de entes sino de los orígenes mismos de la vida, razón por la cuál no deberíamos asombrarnos mucho de los límites que estamos traspasando, lo que si deberíamos preocuparnos es que lo que hemos mantenido en común en esos millones de años es que, en el uso de esas técnicas siempre ha primado nuestro lado animal, por lo cuál, aún no nos hemos desembarazado del todo de nuestro lado primate y que, por dar un ejemplo, la aberración de la guerra no es un acto exclusivamente humano sino que es algo ligado a nuestra esencia aninal, que recae dentro del carácter etológico de la agresión que existe entre los individuos de una misma especie. A pesar de ello, los autores apostaban por la racionalidad, el progreso cientifico y la socialización de la técnica como las únicas vías para una cabal humanización de nuestra especie, tesis que no comparto... al menos del todo.
Y ese comportamiento primitivo de nuestra especie, en pleno 3er milenio, refuerza en parte la vigencia de los antiguos fantasmas del mundo Freudiano, aquí copio un interesante extracto:
Freud discovered that we are enslaved by illusion -- that we misperceive the events of adult life in terms of the fears and desires of childhood; and that we torture ourselves for nonexistent crimes and see enemies and dangers where they don't exist. For Freud, it was the ability to see this truth that had the power to free us from illusion. Some of those who came after Freud brought his ideas closer to Gandhi's by saying that we have to break the cycle of conscious and unconscious deception, and of symbolic (and physical) violence, that is inflicted on each generation by the one before, which results in the distortions of neurosis.
Si a eso le sumamos la inexistencia de organizaciones socio-económicas horizontales y lo que prima es el extendido drama de la miseria, ausencia de solidaridad, venganza entre los pueblos, fundamentalismo religioso y ecónomico, concluiremos fácilmente que el mayor logro de la tecnología ha sido crear brechas cada vez más profundas entre los Seres Humanos.
Pensar en una socialización de la técnica fundada en el progreso del conocimiento es una falacia. Las buenas intenciones de los dos autores fallan -creo- en un punto crítico y es que el avance ciéntifico crea puentes que nos hacen cruzar abismos pero, esos puentes son defectuosos... son construídos para unir puntos pero carecen de ciertas secciones que den continuidad a esos logros de tal modo que, solo un minúsculo grupo logra cruzar al otro lado y la esperanza de Carbonell y Sala, que ha sido la misma de tantos otros, que los que consiguieron cruzar miren y regresen hacia atrás se diluye por las mismas causas que nos hicieron evolucionar a costa de los de muestra misma especie: El poder del control.
Por eso, introducir factores de selección técnica a un proceso evolutivo natural no es más que acelerar la decadencia de nuestra especie, los Homo Sapiens y, uizás, en unos siglos más, estemos asistiendo al nacimiento de otra neuva especie , la de los Tecno-Seres, por lo pronto, todo hace pensar que ese derrotero ya ha empezado.
No es que sea un pesimista, al contrario pero, lo que comparo es que, mientras hace unos 35 años nuestra especie lograba la tecnología para ir y venir del espacio paralelamente veíamos como la Madre Teresa recorría por igual cantidad de tiempo las calles de Calcuta recogiendo BB's, niñ@s y ancian@s moribundos, muchas veces cargándolos a fuerza de brazos para darles la oportunidad de una muerte digna al cuidado de esas generosas manos, anónimas en todo pero no en caridad. En ese sub-mundo no había tecnología que los asistiera y reemplazara las diversas formas de amor tan necesarias en esas horas extremas y, como bien dijera la Madre de los Pobres, --hoy beata y en pleno proceso de canonificación--, ella solo ayudaba a aquellos que, habiendo sido condenados a vivir como animales por lo menos murieran como Seres Humanos.
Esas palabras no solo nos llegan como valores de Fé ó profundo humanismo, son también una especie de inquietante premonición que nos plantea un reto a futuro porque, nosotros, la especie dominante del planeta, los que nos consideramos en la cúspide de la pirámide evolutiva, con todo ese avance tecnológico que orgullosamente portamos día a día, aún nos cuesta definir con certeza que es "Ser Humano" por eso creo que nos hemos equivocado en algunas letras de la palabra Sociedad y deberíamos sincerarnos re-escribiéndola como ZOOciedad.
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