Nos encontramos muy temprano el 28...a las 7:00am ya estábamos los 3... pensé que seríamos 6 pero así son estas cosas. A las 12:40pm el carro nos estaba dejando al pie de un valle, a unos 8 km de la represa de Yuracmayo... habíamos llegado rápido, el carro nos había llevado hasta los 4,200 msnm y al empezar la caminata se sentían los primeros estragos de la abrupta subida... decidimos descansar después de caminar 3 horas, armamos nuestro 1er campamento a los 4,500 msnm... Pernoctamos al lado del Río Blanco; la llanura del valle y el pasto circundante daban la impresión de estar en un vasto jardín. Al día siguiente nos levantamos casi de madrugada para levantar las cosas y seguir la caminata...después de 6 horas de subida por diversas trochas el panorama comenzó a cambiar por completo, ya podíamos divisar las cumbres nevadas de las montañas que parecían abrirse de par en par y al pie de los velos blancos una laguna hacía las veces de celoso guardián.
Allí acampamos, no sin antes revisar con mucha pena el retroceso de muchos glaciares conocidos, el Vicuñita, el Paca y el Tatajaico ya no tenían esas largas faldas blancas que llegaban a los bordes de los incipientes caminos marcados por el furtivo y escazo ganado. Aquí ya estabamos por los 5,000 msnm,, el frío se sentía como el filo de un cuchillo que atravesaba la piel y los huesos.... la jornada había sido larga y extenuante...los 3 sentíamos la necesidad de beber algo caliente y Juan tuvo la excelente idea de preparar gelatina Universal -de fresa-.... no sé si fué por el frío ó si era algo psicosomático pero el efecto que se produjo al beberla hizo que se convirtera en un poderoso energizante que nos devolvió a todos el ánimo y el calor corporal.... la sensación térmica ha debido estar entre -15C y -20C...aún así, esa noche dormí como un lirón, piedra sobre piedra, como la dureza del ambiente circundante y la respiración que raspaba las fosas nasales. Nos levantamos muy temprano, preparamos el desayuno, quácker y soya + tortillas de trigo con mermelada y queso... Re-emprendimos la marcha hacia los pasos de entrada de la Cordillera.... después de 8 horas de caminata y, luego de sortear un inquietante desfiladero, una nevada y algo de corriente estática, llegamos a la línea blanca.
3 días de camino, cargando mochilas entre 25-30 kgrs para llegar a un destino que se fundió con el silencio y nuestras miradas... nos perdimos entre los colores abrazando un mismo tiempo que nos hizo parte de ese íntimo espacio a la par de los glaciares y los vientos...
Alli se detuvo el tiempo.. entre las transparencias de los cristales observé que brotaban mosaicos de recuerdos...
Y nos dejamos llevar por la magia de los sueños....
Porque la naturaleza confabulaba entre la pasión del esfuerzo y un laberinto de espejos...
¿ 5 días de vivencias para describirlas en una hora ? Es mejor callar que la palabra es lo que sobra.
2 comentarios:
Que bueno que nuestra accidentada geografía sea tan amplia que nos permita ir a lugares en los que casi con seguridad no encontraremos a un solo turista.
Y lugares tan impresionantes como estos donde la naturaleza nos sorprende inermes a su fuerza pero también nos enmudezca con la enormidad y belleza de sus paisajes.
Ahi estaremos en la próxima Artur
Podrás creer que lo único que vimos en 5 días fueron unas cuantas reses, 4 caballos semi-salvajes y las huellas de un puma y sus cachorros ?
Thks !
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