Hoy es un típico día de invierno limeño.
Cielo totalmente gris,,, neblina baja
que confunde y esconde las formas.
Una lluvia tenue pero persistente
que cae desde anoche...
es la misma lluvia que
lavará toda esa maldad,
-gracias Spinetta-.
Calles mojadas y charcos
que obligan a medir cada paso,
en un vano intento, -siempre-,
por evitar una reflexiva indecisión.
El frío que se agrava por la humedad
y que entumece el alma... ó
..el aliento que se condensa en cada exhalación.
Que juega a recordarnos lo efímero
y volátil de las cosas;
el calor de mi cuerpo, fundiéndose,
con cada uno de estos elementos,
en cada una de mis prosas.
Sí, me encantan estos días...
los espero como un rito incompleto...
plagado de ausencia, de todos estos años;
de algo -- ó de alguien --
que llene este espacio
que es todo mi Universo...
Yo te conozco.... eres el mismo viejo día
de un invierno limeño...
De vez en cuando tengo la impresión que los días y sus eventos se mueven en un destino circular.
La recurrencia de ciertas vivencias forman parte de ese Universo que se recicla entre sueños y la recursividad de mis recuerdos entretejidos con el tiempo de una infinita ansiedad.
Giro pues entre el Aleph de Borges, la Rueda de la Vedas, los complementos del Ying-Yang y el recuerdo de tus ojos que me miran desde el fondo de esas Constelaciones que mi torpeza aún no aprende a nombrar por eso, mi prosa inicial proviene del eco de un Tiempo que no cesa, que múltiple se refleja , como las Estrellas en el Mar.
PD: ahhhh ...estuvo bueno el "bate"... una "bajada" y a comeeerrr ! :-)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario